Esta disciplina consiste en combinar de forma armónica los tres fundamentos en los que se sustenta: el movimiento corporal, la concentración mental y la realización de una respiración consciente. Existen dos modalidades: el estilo Yang y el estilo Chen. Para escoger la más conveniente hay que tener en cuenta principalmente la condición física con la que se parte, aunque ambas practican diferentes ejercicios, con movimientos individuales, posturas y respiraciones particulares.
Aumenta la vitalidad, mejora el equilibrio y la cooridnación, combate la depresión, estimula el contacto social y promueve la relajación.
Todo es posible si lo piensas muy fuerte
Ejercicios para ayudar al principiante a comprender el Chi, y a que aprenda a usar la concentración mental para dirigir el Chi
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